Cuando Pedro tenía 23 años conoció al Dr. Michael Castro.
Pedro, quien es ingeniero industrial, ingresó al consultorio por un fuerte dolor en la cervical.
“Mis padres conocieron al doctor Michael por recomendación de un amigo. Como mi papá no es amante de los fármacos, le comentaron esta opción de medicina biológica y decidió venir. Yo ingresé porque tenía muchos dolores en la espalda, en la cabeza, en la cara y en los hombros, también en la parte cervical de la columna; como si tuviera una contractura”, comenta.
Además, Pedro recuerda el tratamiento que recibió con la medicina tradicional: “Entré en terapia en una clínica, me pusieron unos paños calientes y masajes, aproximadamente fui a 10 sesiones, pero no sentí el alivio que yo quería, porque hasta para cepillarme los dientes yo tenía que agacharme y me dolía la parte lumbar, era muy fuerte el dolor”, recuerda.
¿Cómo se procedió en este caso?
Luego de los análisis respectivos a Pedro se le aplicó Ozonoterapia en la región lumbar, cervical, hombros y en la articulación temporomandibular. Además, se le derivó a un especialista, porque fue diagnosticado (bruxismo)
La primera vez que vino Pedro a atenderse con el Dr. Michael Castro, el tratamiento duró alrededor de un mes. La segunda parte de la terapia duró entre dos y tres semanas donde encontró una gran mejoría y alivio.
Recaída tras un accidente
Pedro acudió al consultorio en una tercera oportunidad al tener un accidente.
“Cuando bajaba del bus caí de rodillas porque empezó a avanzar. Me llevaron al traumatólogo, me recetó pastillas para el dolor y solo me puso una gasa en la herida”, comenta.
“Como seguía mal, mi papá llamó al doctor Michael. Él me aplicó ozono en las rodillas, y lo que me sorprendió bastante es que yo tenía un esguince en el tobillo por la caída, pero cuando me aplicaron ya podía caminar mejor. En cuanto a la herida, como era muy grande creí que iba a quedar feo, y yo no sabía de la existencia de la ozonoterapia transdérmica que te ayuda a regenerar las células y darle más vitalidad. Y la cicatriz que tengo ahora es muy pequeña, y no se nota como creí que quedaría en un inicio”, refiere.
“A aquellos que aún no conocen esta medicina, les diría que lo intenten, que no tiene riesgos. Es una opción saludable y muy eficiente”, culmina.