En la gran mayoría de los casos, un enfermo de cáncer que es tratado con quimioterapia no se recuperará. “La quimioterapia y la radiación pueden aumentar el riesgo de desarrollar un segundo cáncer en hasta 100 veces”, refiere el Dr. Samuel S. Epstein de la Universidad de Illinois School of Public Health.
Duele aceptarlo pero el tratamiento más conocido contra este mal es un auténtico incendio al organismo. Células sanas y dañadas perecen por igual, ocasionándole al paciente no solo un malestar generalizado, sino también, una aceleración de los síntomas e incluso la muerte. Es como si quisiéramos combatir una plaga de hormigas con un terremoto.
Un testigo de privilegio de esta lamentable situación ha sido el doctor Alberto Marti Bosch. El oncólogo español especializado en niños con cáncer se percató de que sus pacientes no mejoraban con los baños de quimio y radioterapia y que, por el contrario, se veían perjudicados por la aplicación de estos medios convencionales.
“Te das cuenta que el sufrimiento al que los sometes es enorme. Entonces te planteas de qué forma podemos ayudar a este niño a que sufra menos y que obtenga el máximo beneficio del tratamiento que le estamos haciendo. Eso fue lo que me llevó a indagar en estos campos”, dice el doctor refiriéndose a la medicina biológica.
Como él, numerosos profesionales de la salud, así como un gran número de pacientes alrededor del mundo, se están dando cuenta de que la medicina biológica es la respuesta que buscaban. En el Perú, la Clínica Virgen de Guadalupe ha ayudado a que el organismo de varios enfermos supere patologías diversas, como las secuelas de infartos cerebrales, el cáncer y la diabetes.
Por otro lado, es sabido que la quimioterapia sólo puede aplicarse durante un determinado lapso de tiempo, debido a los graves efectos secundarios que ejerce sobre el cuerpo. Además, solo mata las cepas menos agresivas y no consigue acabar con las más peligrosas. En tal sentido, es prácticamente imposible que este tratamiento termine con la totalidad de las células llamadas malignas. Es por eso que el riesgo de que la enfermedad vuelva a aparecer es siempre muy alto.
Jesús García-Foncillas, jefe de Oncología de la Fundación Jiménez Díaz, augura que en pocos años la quimioterapia quedará “arrinconada” en su lucha contra el cáncer. Lo que él predice es que en el futuro los encargados de curar esta enfermedad serán los tratamientos “capaces de bloquear los procesos que permiten que los tumores se desarrollen”. Otra vez, en la prevención y la medicina natural está la solución.
En el siguiente cuadro podrás ver las principales diferencias entre la medicina biológica y la medicina convencional:
Preguntas | Medicina Biológica | Medicina convencional |
Cómo actúa contra una enfermedad | Identifica la causa y ataca sobre ella. | Trata solo los síntomas. |
Cómo se recupera el paciente | Se anticipa a la enfermedad. Trabaja de forma proactiva. | Espera a que aparezcan los síntomas. Le da tiempo a la enfermedad para que se instale. |
Post-tratamiento | No tiene efectos secundarios. | Los tratamientos contienen efectos secundarios e incluso producen otras enfermedades. |
Secuelas positivas y negativas | Genera una mejora absoluta. Por ejemplo, si el paciente tiene un problema de diabetes, con el tratamiento se restaurarán las funciones a nivel celular en todo el organismo. Se trabaja en todo el conjunto. | Lesiona otros órganos. Por ejemplo: te controlan la glucosa, pero te dañan el hígado y los riñones. |
El diagnóstico | Las técnicas de diagnóstico son a nivel celular (prevención a tiempo). | Las técnicas de diagnóstico son a nivel del órgano (puede ser muy tarde). |
Formas de acción | Los tratamientos son correctivos y están basados en componentes biológicos que el cuerpo produce y necesita. Curan enfermedades que con la medicina convencional solo son controlados. | Los tratamientos se basan en compuestos químicos. Solamente mantienen contenida a la enfermedad. |
Papel del paciente | Cambio de hábitos reales. Conductas positivas tanto a nivel corporal como psicológico. Guía sobre todo lo que tienen que evitar y sobre lo que tienen que empezar a consumir. | Cambio de hábitos relativo. Se depende de los químicos para curarse. |